Niños Deben Jugar. Francesco Tonucci

«No damos la posibilidad de jugar a nuestros hijos, y eso es muy grave»

Niños Deben Jugar. Francesco Tonucci, psicopedagogo, pensador y dibujante, tiene una concepción muy especial sobre la educación de los hijos que se resume en una frase: «¿Quiere hacerle un favor a su hijo? Deje que vaya al colegio solo y que juegue solo, con pocos juguetes y con amigos». Y es que el miedo y otras razones están haciendo que la educación de los hijos sea cada vez más una burbuja, abandonando viejos hábitos que favorecían la sociabilidad y otros factores en los niños.

Tonucci habla en una entrevista en El Faro De Vigo sobre estas cuestiones y lo hace sobre el miedo a los peligros de la calle en los adultos y las consecuencias en el mundo infantil.

Los Niños Deben Jugar. Francesco Tonucci
Los Niños Deben Jugar. DIRECTO. Franceso Tonucci no se anda con rodeos y va directo al grano, sobreprotegemos a nuestros hijos.

Hoy la gente tiene miedo, y tiene miedo a pesar de que no pasa nada. Porque si me dice, es que como atropellan a muchos niños tenemos miedo de dejarlos en la calle, como los raptan y violan en la calle pues tenemos miedo a dejarlos en la calle, esto sería coherente, pero no es así, la gente tiene miedo a pesar de que no pasa nada. Cuando les pregunto de qué tienen miedo me dicen de la violencia, de los pedófilos, y les pregunto si ocurrió muchas veces, siempre responden que no, que en su pueblo nunca, pero por qué tienen miedo, porque lo vio en la televisión.

Creo que de esto tiene mucha responsabilidad la política y los medios. No se puede aceptar que un hecho puntual de violencia contra niños sea motivo para hacer 10, 20 retransmisiones de televisión en un horario de gran audiencia porque con ese énfasis empieza a pensar que esto es muy frecuente, hasta probable, y a partir de ahí yo como padre pienso que no puedo dejar salir a mi hijo.

El psicopedagogo italiano continúa analizando las consecuencias de ese sobre proteccionismo y cómo altera el desarrollo normal de los niños llevándolos a una falta de auto confianza y autoestima que merma la autonomía de periodos más avanzados.

Estamos creando problemas enormes, uno es que no le damos la posibilidad de construir los útiles para enfrentarse con el mundo, que significa desresponsabilizarlo, no le damos la posibilidad de jugar y esto es muy grave, la gente no se da cuenta porque el juego parece una cosa así, de niños, que se hace hasta que no hay cosas más importantes, cuando empieza la escuela ya le dicen basta de jugar, pero los que estudiamos el desarrollo de los niños sabemos que el juego es, con seguridad, la actividad más importante en la vida de una mujer y de un hombre, no de los niños, porque ahí se ponen las bases.

La gente me dice lo contrario, me dicen «ahora los niños juegan mucho más, tienen muchos más juguetes y los llevamos al parque todos los días», bueno, son dos ejemplos que no tienen casi nada que ver con el juego, para jugar es muy importante tener pocos juguetes, con lo cual sería deseable que las familias ahorraran dinero y en lugar de juguetes regalasen tiempo libre a los niños y la posibilidad de encontrarse con amigos. Y la otra clave es que no se puede acompañar a un hijo a jugar, el verbo jugar no se conjuga con el verbo acompañar, la experiencia del juego es una experiencia de libertad. Y el otro aspecto es a nivel físico: si los niños no pueden salir y jugar libremente no pueden descargar las energías que necesitan, todo el tema de la obesidad infantil, que es un problema enorme y lo será más en adelante, está muy conectado con el hecho de que los niños salen poco solos, si salen de la mano con nosotros pero no con la experiencia del movimiento. Y por último, los niños no pueden vivir la experiencia del riesgo y el riesgo es fundamental para el desarrollo, riesgo significa ponerse a prueba con los compañeros y consigo mismo, a ver si hoy consigo hacer lo que ayer no pude.

Después habla sobre la percepción del riesgo en edades infantiles y tranquiliza a los que piensan que los niños son unos inconscientes, llegando a afirmar, incluso, que son grandes gestores de esa suerte. Para terminar, incide en la importancia de que los niños hagan trayectos en solitario y sus efectos positivos.

Los niños en esto son perfectos en la elección del riesgo, nunca van buscando el peligro, no buscan el peligro por un afán suicida sino por el placer, y no poderlo experimentar hará que lo retrasen a la adolescencia, llegarán a ella con unas ganas enormes de riesgo que se expresará demasiado tarde y con peligro, ahí sí, todas las tonterías que no han podido hacer en la medida que lo necesitaban las unirán y compactarán en la adolescencia, y ahí si que habrá peligro.

la propuesta que nosotros hacemos es que los niños vayan a la escuela solos, caminando, de manera que puedan aprovechar este recorrido para estar con amigos. Y hay que recordar que hay investigaciones científicas que demuestran que tener una actividad física antes de ir a la escuela produce un efecto positivo en el rendimiento. Yo no lo proponía por esto, pensaba solo que era una manera para recuperar autonomía, pero va más allá. Hoy tenemos problemas enormes con el tema del déficit de atención, se considera una enfermedad y en Estados Unidos, aunque ya está llegando a Europa, hay un bombardeo de medicamentos a niños para tratar el déficit de atención, pues las investigaciones demuestran que los niños que van caminando a la escuela en lugar de ir en coche con su padre tienen un nivel de atención significativamente más alto y que esa ganancia de atención se prolonga 4 horas, con lo cual la idea de una escuela cerrada es una equivocación total, para ser escuela la escuela ha de ser abierta.

FUENTE ElFaroDeVigo, Wikipedia IMAGEN DiarioDeMallorca, Alaya