Los colegios advierten a los padres: Cuidado con el Whatsapp

 

Algunos colegios, en las normas y consejos que se suelen dar a los padres al inicio de curso, han empezado a incluir advertencias a los padres sobre el uso del Whatsapp. Y no es que quieran que vigilen el uso que hacen de ella sus hijos, sino sobre el uso de los propios padres. Los grupos con las demás familias y la profe de la clase de tu hijo, o del equipo de natación o de las actividades extraescolares, están proliferando y muchas veces son el centro de discusiones o de solución a problemas que el niño puede, y debe solucionar por sí mismo.

En la Cadena Ser, el director de la Escuela Pía Sant Antoni de Barcelona, que ya está poniendo en práctica esta medida informativa dirigida exclusivamente a los padres, aseguraba que «A menudo, los padres queremos ayudar tanto a nuestros hijos, que no les dejamos crecer ni hacerse autónomos. Si un día el niño no trae los deberes, puede ser bueno que la profesora le pregunte qué ha pasado y le recuerde que tiene que ser responsable de sus tareas. En cambio, si siempre solucionamos esto los padres, no los estamos ayudando a crecer. Tampoco podemos hacer de agenda de nuestros hijos. Ellos tienen que apuntarse los deberes y el material que va a necesitar y asumir esa responsabilidad».

Las nuevas tecnologías están alterando la forma de interrelacionarse entre las familias de los niños en los colegios.
Las nuevas tecnologías están alterando la forma de interrelacionarse entre las familias de los niños en los colegios.

También advierte un profesor del mismo centro sobre la alarma que un simple incidente puede generar en un grupo de estas características. La inmediatez de la comunicación genera ruido y el mensaje se distorsiona debido a que falta una contextualización del hecho en sí: «Antes, si un niño se caía en el patio, al cabo de una semana todos los padres lo sabían. Ahora la noticia de ese accidente se expande en un minuto. Cuando uno hace un comentario, contando que tu hijo se ha caído en el colegio, tú lo haces desde tu contexto. Puedes estar tomando un café con otros padres o de camino al trabajo. Y en ese contexto, lo que escribes, tiene un significado determinado. Pero al mandarlo al grupo de WhatsApp, entra en un espacio público, tu mensaje puede ser copiado y reenviado a otros foros, y llega de forma inmediata a otros móviles, a otras personas que están en otros contextos y entonces, la información se lee de formas muy diferentes. Y eso da lugar a los malentendidos, las ofensas, el sentirte agredido, el pensar ¿pero qué dice este?, ¿que se ha pensado esta madre? O ¿qué se han creído los profesores?».

En otro centro educativo, en el Instituto de Llançá, la directora, Carmen Barceló certifica que en más de una ocasión ha tenido que intervenir por un conflicto entre familias provocado en el Whatsapp, y que a menudo tienen que hablar más con los niños, avergonzados del comportamiento de sus padres, que sobre los propios adultos: «Hay padres que primero actúan y luego piensan y cuando la pelea virtual se ha salido de madre, entonces lo cuentan en el centro. Y quizás las familias han llegado al insulto o incluso al enfrentamiento directo, pero sus hijos son compañeros en clase, y se tienen que ver cada día. En algún caso yo he tenido que hablar con los hijos, que suelen estar muy avergonzados del comportamiento de sus padres, y pedirles que tengan más sentido común que sus padres y que mantengan una relación correcta y respetuosa. Me veo más capaz de convencer a los chavales que a sus padres. Los padres teóricamente ya lo saben, pero cuando a uno de ellos le parece que alguien está perjudicando a su hijo, le saltan todas las alarmas. Y en ese estado es realmente difícil razonar con ellos».

Para terminar, el sociólogo Francesc Núñez ranquilizó un poco advirtiendo que son herramientas muy nuevas y que solo hay que esperar que nos acostumbremos a ellas y le saquemos el uso positivo que tienen que es mucho y bueno: «Todos somos muy críticos y decimos que la información que corre por las redes sociales no está contrastada, y que cualquiera puede mentir. Pero en la práctica, todo el mundo acaba picando y da por buenas afirmaciones que no sabemos si son ciertas».

FUENTE cadenaser IMÁGENES cadenaser, gobdecanarias